lunes, 5 de abril de 2010

Del Mal uso del lenguaje, o del tatareteo visual o... del dia en que descubrì que mis ojos debían hablar

Saluticàustca
El Blog de Malhu le da la bienvenida a Salustiana ( fanfarria) la periodista, cronista, feminista, pendejista....

Hoy, dedica su columna al piropo científico ( o a la pura burla de la pobre cristiana que se atrevió a echarse esta perla, mírenlo como quieran)

En mis noches de insomnio –que son casi todas- he tomado por hobbie entrar a mi comunidad de amigos favorita a ver francas pendejadas que, dicho sea de paso no son pocas y se me ha vuelto casi una manía compulsiva entrar a muchos grupos e invitar a un chorro de gente que ni…. No se les extrañe que mañana sea amiga de Jota Mario o José Obdulio.

Sin embargo, la semana pasada – o antepasada, mis lagunas mentales permiten todo tipo de vejámenes con la línea espacio-tiempo, me hice amiga del “departamento de…” un sitio por el que tengo un particular afecto y que mantengo chiflada por conocer, y como me aceptaron la solicitud a una hora bastante indecente para que un departamento tan respetable este despierto, resolví entrar a hurgar su perfil inmediatamente, encontrándome entre sus amigos a una persona a la que yo también contaba cuento entre mis afectos, y claro, supuse que él me cuenta contaría entre los suyos y con mi entusiasmo cuatrimañanero ”hay, ese es …” , le envié solicitud de amistad.

Sobra decir que el señorito en cuestión aceptó la solicitud, que bailé carrapicho de la dicha y que moría por practicar lo que aquí es considerado deporte nacional o sea violarle su intimidad y chismosear a lo largo y ancho de su vida y obra…

No pude hacerlo con la prontitud que quería, pero lo hice – justamente ahora- entré y me puse a ver sus fotos - y a echarle carnita a la córnea porque para que, montada de amigo si estoy- pero paré en seco ante un comentario que le hicieron a una de ellas “bonitos ojos aunque afásico”.

Al decir verdad creo que mis 5.0 puntos de miopía tuvieron que esperar un primer plano de su rostro para saber lo que muchos - y muchas- ya habían visto y que, valga la redundancia salta a simple “vista” es decir, que los tiene bellos, pero ¿afásico? Ese término me ha caminado en la cabeza por espacio de dos horas al punto de tener que sentarme a escribir sobre la “afasia visual” de este sujeto, y de paso la mía - porque mis ojos no hablan, es más, escasamente ven-.

Vamos a dejar esto en claro, yo tenía entendido que la afasia era un trastorno del habla, en cuyo caso necesitas un terapista para recuperarla; entonces tengo un problema grave de conceptos
o los ojos de mi amigo son preciosos pero inservibles porque no parlotean a diestra y siniestra
o la señorita esperaba que la foto le hablara - en cuyo caso seguirá esperando me imagino...-

o lo que es peor aún mi amigo si se quedó tartamudo -de la garganta- y esta señorita se le está burlando; o la del problema conceptual soy yo, y no sé que la afasia da en los ojos también ( un ojo tartamudo por ejemplo, que se quede pegado en la mitad del parpadeo).

O en un balbuceo metafórico – médico quiso halagar a mi amigo diciéndole que sus “vistas” son muy silenciosas; caso en el cual insisto: los ojos no hablan, podrán ser las ventanas del alma, (y para el caso aplican ventanales) pero no hablan, por lo menos no como para necesitar un proceso de rehabilitación con logopeda a bordo.

La lista de “o..” es tan larga que podría botar cacumen otra hora sobre las razones que llevaron a esta señorita a concluir que este no menos señorito tenía el ojo malito pa’ hablar , porque valga la aclaración, es un solo ojo el tatareto “… aunque afásico” nótese el uso del singular; lo tenaz en este punto es saber cual, porque yo miro y re miro la foto y nada.

Una última explicación que se me ocurre es que la ya mencionada dama en un afán por hacerle un cumplido interesante (y hacerse la interesante con el monito) le apuntó al primer terminacho que encontró; sin embargo para este caso hubiera sido mejor recurrir a los expertos y con un *“(tus ojos), son en tu imagen para mí los héroes” hubiera quedado como una reina, ahora bien, que si las citas tampoco eran lo suyo supongo yo que le hubiera bastado con un “uy mono tenés mas ojos que una piña” y le hubiera evitado a mi amigo que hoy lo llamen el tuerto gruyere…

*Mario Benedetti